La fe, ¿mueve montañas?

Fe, ¿quién la tiene hoy en día? Yo diría que muchos, apenas empecé a manifestar mi descontento por las decembrinas y rápido mucha gente habló, lo curioso es que fue en noviembre, entonces, ¿ya son las novembrinas? La gente le tiene fe a qué todo va a estar bien, a qué esto también pasará, fe a que la familia seguirá unida, a que los amigos seguirán conviviendo y la verdad yo también le tengo fe a eso.

Pero decorar todo de Navidad el 3 de noviembre, un día después de Día de Muertos es una exageración. Cuando le objeté eso a una amiga, me dijo: es un año difícil, necesitamos la Navidad más que nunca. Pero... ¿realmente la necesitamos? ¿Necesitamos de esa esperanza? Quizá, aunque esperanza podemos encontrar en otras cosas, y no necesariamente en la Navidad. Lo he dicho antes, es vanal y comercializa con todo: emociones, nostalgia y claro nuestro dinero.

Otra amiga me dijo: la gente está cansada y ansiosa, quieren reunirse ya. También me dijo: desde hace 3 o 4 años que cambiaste, te gustaba la Navidad, ahora la aborreces. Es quizá, la vejez, la amargura, la distancia. Quizá eso es, pero ya no me gusta, no es un secreto. Como tampoco fue un secreto cuando le pregunté a otra amiga: "¿No concibes no pasar Navidad con tu familia? No lo concibo", me dijo. Sabía la respuesta, pero quería confrontarla, y a la vez conocerme más a mi, ¿por qué yo sí concibo pasar Navidad con gente que no sea mi familia?

Estamos a días de celebrar a un niño nacido de una madre virgen, ¿magia de la Navidad? El significado ha cambiado, la religión ya no está siempre presente, pero la historia ahí está. Le decía a mi amiga que soy un pinche viejo llorón, escucho el villancico del niño del tambor o Tamborilero (como le gusten llamar) y me dan ganas de llorar, pero creo que a todos debería, tan solemne, tan humilde: "yo quisiera poner a tus pies, algún presente que te agrade, señor. Más tu ya sabes que soy pobre también, y no poseo más que un viejo tambor, ropopompom, ropopompom, pom, pom, pom...". Concibo pasar Navidad hasta solo, disfruto de la soledad, y me cuesta mucho entender a las personas que no pueden estarlo, confrontarnos nos hace bien, nos hace ver diferentes puntos de vista, y quizá, entender mejor porque a nosotros nos gusta esto.

Sí, fue un año difícil, nadie lo esperábamos, mucha gente pasará Navidad sin personas que antes sí estaban, pero también muchas recordaron a las personas idas en su primer día de muertos, definitivamente un año difícil, pero, ¿saben qué? De esta también saldremos, así es el tiempo. ¿Es por la fe? Un poco, sí... la gente está aferrada a sus tradiciones, su familia, y eso, creo los hace más fuertes independientemente de si son de una religión u otra, entonces quizá la fe sí mueve montañas, no importa cuál sea está, ¿qué opinas tú?

P.D. ¿Ustedes también lloran con el Tamborilero? Feliz Navidad.