Canciones de la muerte
Siempre que
escuchaba esa canción, a Chan se le estrujaba el corazón
decía Kara,
recostada en la cama hasta avanzada la mañana.
`La escucho… y me
recuerda hasta a sus chanclas’
`Tápame con tu
reboso, llorona, que me muero de frío’
cantaba con
calosfrío.
‘Es mi canción
favorita, Kara’, me decía…
Incluso hubo un
día que de risa moría
El mezcal, la
cerveza y el tequila le hacían la vida divertida.
Siempre compartía
rolas de muerte con propósito de melancolía
Decía que
cantarlas y recordar a los idos era nostalgia, pero también fiesta.
Y estas eran las
rolas que compartía, siempre que venía el día de muertos:
1.
Llorona, con Chavela Vargas, de autor desconocido y de origen
oaxaqueño, sin duda a Chan lo llenaba de vida: “Si ya te he dado la vida,
Llorona, ¿qué más quieres? ¡¿QUIERES MÁS?!”
2.
Fantasías de Tito Puente, porque la salsa también habla de muerte, Puente le dedicó esta canción a su
hijo que de cáncer murió y que Chan siempre bailaba con emoción: “Quisiera
sentir tu risa, volver a tocar tus manos, siempre tibias, cada día…”
3.
Death with dignity de Sufjan Stevens, que ilustra la sensación de pérdida y
desconcierto que sintió tras la muerte de su madre que apenas y conocía Sufjan:
“I forgive you, mother, I can hear you, and I long to be near you, but every
road leads to an end… Yes every road leads to an end…”
4. No es en serio este cementerio de Mecano, que relata la vida de los muertos en el panteón,
justo como Juan Rulfo en su novela Pedro Páramo: “Y los muertos aquí lo pasamos
muy bien entre flores de colores, y los viernes y tal si en la fosa no hay plan
nos vestimos y salimos…”
5. La bruja, compuesta por José Gutiérrez y los Hermanos Ochoa, es el son que Chan coreaba con pasión:
“Me agarra la bruja y me lleva a su casa, me vuelve maceta y una calabaza, me
agarra la bruja y me lleva al cerrito, me vuelve maceta y un calabacito…”
Y aquí está la playlist, para entres,
escuches y coloques más canciones de muerte:
Da clic aquí:
Siempre que
escuchaba esa canción, a Chan se le estrujaba el corazón
decía Kara,
recostada en la cama hasta avanzada la mañana.
`La escucho… y me
recuerda hasta a sus chanclas’
`Tápame con tu
reboso, llorona, que me muero de frío’
cantaba con
calosfrío.
‘Es mi canción
favorita, Kara’, me decía…
Incluso hubo un
día que de risa moría
El mezcal, la
cerveza y el tequila le hacían la vida divertida.
Siempre compartía
rolas de muerte con propósito de melancolía
Decía que
cantarlas y recordar a los idos era nostalgia, pero también fiesta.
Y estas eran las
rolas que compartía, siempre que venía el día de muertos:
1.
Llorona, con Chavela Vargas, de autor desconocido y de origen
oaxaqueño, sin duda a Chan lo llenaba de vida: “Si ya te he dado la vida,
Llorona, ¿qué más quieres? ¡¿QUIERES MÁS?!”
2.
Fantasías de Tito Puente, porque la salsa también habla de muerte, Puente le dedicó esta canción a su
hijo que de cáncer murió y que Chan siempre bailaba con emoción: “Quisiera
sentir tu risa, volver a tocar tus manos, siempre tibias, cada día…”
3.
Death with dignity de Sufjan Stevens, que ilustra la sensación de pérdida y
desconcierto que sintió tras la muerte de su madre que apenas y conocía Sufjan:
“I forgive you, mother, I can hear you, and I long to be near you, but every
road leads to an end… Yes every road leads to an end…”
4. No es en serio este cementerio de Mecano, que relata la vida de los muertos en el panteón,
justo como Juan Rulfo en su novela Pedro Páramo: “Y los muertos aquí lo pasamos
muy bien entre flores de colores, y los viernes y tal si en la fosa no hay plan
nos vestimos y salimos…”
5. La bruja, compuesta por José Gutiérrez y los Hermanos Ochoa, es el son que Chan coreaba con pasión:
“Me agarra la bruja y me lleva a su casa, me vuelve maceta y una calabaza, me
agarra la bruja y me lleva al cerrito, me vuelve maceta y un calabacito…”
Y aquí está la playlist, para que entres,
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