El brinco
El destino se sigue escribiendo, no importa si en el pasado lidereé la bandera del chinelo y me fui de hocico. No importa si aún después de estos mil años encima aún no perfecciono mi baile del brinco. No importa que el fabuloso destino hubiera creído que no llegó en el pasado, pues está presente en el presente. La vida es un Carnaval, pues. Siempre lo he sabido, pero a veces se me olvida recordarlo. Hoy quiero enseñarte el secreto: el fabuloso destino siempre estuvo ahí, en cada etapa de la vida, en cada uno de los momentos idos hubo algo fabuloso que es digno de recordarse. ¿Qué brincos chidos has dado este año? Dímelo en los comentarios, música de banda o… está bien, también reggaetón. A seguir brindando, que en una de esas llegamos hasta el cielo, mis cielos.